El disipador consta de un disipador de calor y un ventilador ubicado encima del procesador. El disipador está fabricado con una pieza de aluminio o cobre, que transfiere el calor del procesador y permite que sea evacuado por el ventilador.

Una vez ubicado, desenchufa el ventilador (indicado por la flecha naranja). Luego, desatornilla cada uno de los tornillos de retención por turno mientras mantiene una ligera presión sobre la parte metálica del disipador de calor.

Extrae el disipador tirando de él sin forzar demasiado la tarjeta. La mayoría de las veces, los tornillos de fijación permanecen en el disipador. Al igual que el ventilador, no los separaremos del bloque.

Si notas que el enfriador se resiste, no lo fuerces. Corres el riesgo de extraer el procesador de su carcasa al mismo tiempo. Esto puede suceder en computadoras más antiguas, hasta el socket 423.